Mi primer día en el instituto
| 18 octubre 2012La noche antes de ir al instituto la pasé en vela, pensando cómo serían los profesores y con qué compañeros iría. Estuve mirando la televisión hasta tarde por lo nervioso que estaba y así, poder coger el sueño. Sonó el despertador, me levanté nervioso y ansioso a la vez. Cuando acabé de almorzar, hacerme la mochila, vestirme y lavarme los dientes, abrí la puerta y me fui a buscar a mis amigos. Por el camino estábamos andando y hablando a la misma vez cómo sería todo. Entré por la puerta y lo primero que hice fue observar el edificio y a la gente que me rodeaba. Escuché el timbre, subí por las escaleras y no sabía dónde ir, finalmente encontré la clase junto con mis amigos. Entonces un profesor al cual había visto antes en la entrada, pasó por la puerta y nos dijo que él sería nuestro tutor. En la primera hora estaba comentando todo el funcionamiento de las clases. De lo que me acuerdo más de aquellos momentos, era de la presentación que nos hizo hacer delante de los compañeros. Las otras horas fueron más de lo mismo, el profesor entraba y se presentaba. Todo el día iba perdido cada vez que nos tocaba cambiar de aula. La última clase se me hizo larguísima pensando lo que le iba a contar a mis padres del mi primer día de instituto.
Pol
Pol, el tema és interessant, però l’escrit necessitava una bona revisió a fons, perquè hi ha un munt d’errors ortogràfics. Aquest era el text original:
“La noche antes de ir al instituto la pase en vela, pensando como serían los profesores y con que compañeros iría. Estuve mirando la televisión hasta tarde por lo nervioso que estaba y así, poder coger el sueño. Sonó el despertador, me levante nervioso y ansioso a la vez. Cuando acabé de almorzar, hacerme la mochila, vestirme y lavarme los dientes, abrí la puerta y me fui a buscar a mis amigos. Por el camino estábamos andando y hablando a la misma vez cómo sería todo. Entré por la puerta y lo primero que hice fue observa el edificio y a la gente que me rodeaba. Escuche el timbre, subí por las escaleras y no sabia donde ir, finalmente encontré la clase junto con mis amigos. Entonces un profesor al cual había visto antes en la entrada, pasó por la puerta y nos dijo que él sería nuestro tutor. En la primera hora estaba comentando todo el funcionamiento de las clases. De lo que me acuerdo más de aquellos momentos, era de la presentación que nos hizo hacer delante de los compañeros. Las otras horas fueron más de lo mismo, el profesor entraba y se presentaba. Todo el día iba perdido cada vez que nos tocaba cambiar de aula. La última clase se me hizo larguísima pensando lo que le iba a contar a mis padres de mi primer día de instituto.”
Pol, recorda que això de revisar els escrits (no tan sols l’ortografia!) és feina teva, no meva. I que si no la fas no aprendràs res!
No paris d’escriure (però més ben treballat, d’acord?)
Josep Maria